November/19/2013
We finally did find the road and
the telephone wires but no ranch… no ranch in sight! I rode up to the top of a
hill, pulled out my very cowgirlish-old west cell phone and called my boyfriend.
Asked him to find us on Google Earth through our spot locator. He did. He said
there was a ranch a km west of us. There wasn’t. There was a ranch about 4-5 km
east of us. Which we eventually found. Which was called Guadalupe de la
Herradura!
Finalmente logramos encontrar el
camino y los cables pero no así el rancho… ningún rancho a la vista! Cabalgué a
la punta de un cerro, saqué mi muy auténtico celular del Viejo Oeste y llamé a
mi novio. Le pedí que nos localizara en Google Earth a través de las coordenadas
del SPOT. Lo hizo. Nos informó que había un rancho a unos km hacia el oeste de
nosotros. No lo había. Sí había un rancho a 4 o 5 km al oeste de nosotros. Que
encontramos. Que se llama Guadalupe de la Herradura!
We were super excited! And not
only did we find it but they were the sweetest family. They invited us to their
kitchen and gave us some rice, beans, tortillas, and coffee. The also gave us
some water for the mules and they had alfalfa for them too! And directions,
those are nice. We left the ranch a little late and didn’t get quite to the
next ranch that we had hoped to get to, but we did run into a beautiful
surprise. We got to a place on the trail that was obviously part of the old
Camino Real, or King’s Highway. See the cool things that look like super deep
wagon wheel tracks? Probably not exactly wagon tracks but definitely the tracks
of very many mules and cows that passed through that place a long time ago.
Estábamos muy emocionadas! Y no solo
encontramos el rancho pero eran las personas más amables. Nos invitaron a usar
su cocina y nos dieron arroz, frijoles, tortillas y café. También nos dieron un
poco de agua para las mulas y alfalfa! Instrucciones también, esas siempre son
buenas! Dejamos el rancho un poco tarde y no llegamos exactamente hasta el
rancho al que queríamos llegar, pero si nos encontramos una sorpresa
maravillosa. Llegamos a un lugar donde la vereda se transforma en rastros del
viejo Camino Real. Esas marcas profundas en el camino quizá no sean de carretas
pero definitivamente de muchas mulas y vacas que pasaron por ahí en el antaño.
We finally camped out just as it
was getting dark and hoped that the next morning we would get to a ranch where
the last guy had said someone lived that could take us at least a day farther
on. After the arroyo loss we decided we’d play it safe and find guides whenever
possible… of Chiapa and his lost mule we had heard nothing.
Acampamos justo cuando oscurecía y esperamos que la mañana siguiente llegaríamos
al rancho que el señor de Guadalupe de la Herradura nos había mencionado que encontraríamos
a un pariente que nos guiara por lo menos un día más. Desde la perdida en el
arroyo decidimos jugarla seguro y encontrar guías siempre que pudiéramos… de
Don Nacho y su mula nada sabíamos.
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