We welcomed the dawn over the Sea of Cortez as we had said goodbye to the twilight over the Pacific. And that means we took a lot of photos. A lot. And then we started down. And down. And down. And down. And finally, after numerous saddle and pack readjustments we made it to the valley floor. And we rode for hours more. So we were on Chema's turf now. He either knew or was related to every person on that side of the Guadalupes and we took advantage of that. Don Nacho, of course, had ridden ahead and by the time we got to the mouth of the valley he was long gone, following the road to the sea. But we took a short cut. Pointed in the right direction by one of the many useful parientes we went up an over the hills on an old, deep trail. It was rugged and colorful, pristine and beautiful. Seldom have I felt so connected to the world an a very basic level and so at peace as when riding over that lovely piece of land.
Acogimos el alba por encima del Mar de Cortez, como anoche nos despedimos del crepúsculo sobre el Pacífico. Y eso significa que tomamos muchas fotos. Muchas. Y luego comenzamos a bajar. Y bajar. Y bajar. Y bajar. Y finalmente, después de numeroso reajustes de monturas y cargas llegamos al valle. Y montamos horas mas. Ahora estábamos en el territorio de Don Chema. El conoce o está emparentado con cada persona en ese lado de la sierra y nos aprovechamos de eso. Don Nacho, para variar, se había adelantado y para cuando llegamos a la boca del valle el ya había partido, siguiendo el camino hacia el mar. Pero nosotros nos fuimos por la vía corta. Iniciados en la dirección correcta por una de los parientes muy útiles cruzamos los cerros en una vieja vereda profunda. El terreno era escabroso y colorido, pristino y bello. Pocas veces he sentido tanta conexión con el mundo en un nivel muy sencillo y tan en paz como cuando paseábamos por ese lindo pedazo de naturaleza.
And maybe we were all feeling that way because just at the moment when we had lost the trail for a bit and weren't sure where to go, a black horse appeared on hill ahead of us. He or she was small, well formed, and curious. He, lets call it a he, looked us over and when we started to move near he spun on a dime and hooves flying-tail streaming he raced down the trail that we had lost. But not far. He stopped, looked back as if to say "come on, you poor lost folks, I'll help you", and waited for us to get just close enough before high-tailin' it farther away. We followed that horse to the road, and the on the road for a bit until we got to the ranch. Here he went of to the side, watched us go by and trotted back the way we had came, satisfied with a job well done, and of in search of the next troop of lost wanderers to rescue.
Y a lo mejor muchos nos sentimos así, porque en el momento en que perdimos la vereda por un rato y no sabíamos en que dirección ir, apareció un caballo negro en el cerro en frente de nosotros. El o ella era pequeño, bien formado y curioso. El, digamos que era el, nos estudió con esmero y cuando nos aproximas giró como trompa y hecho a volar, levantando tierra y con la cola como bandera por detrás de el. Pero no lejos. Se paró un poco más allá y nos volteo a ver, como diciendo "apúrense pobre gente perdida, yo los ayudaré", y nos esperó hasta cierto punto antes de echarse a andar de nuevo. Lo seguimos hasta el camino, y luego hasta el rancho. Aquí, el se apartó del camino, nos vio pasar y regreso trotando por donde habíamos llegado, satisfecho con su trabajo y seguro en busca de la siguiente tropa de viajeros perdidos necesitados de un rescate profesional.
El Dátil is a kind and beautiful ranch, with a cool stone ranch house, a big warm kitchen and a flourishing vegetable garden. The ladies of the house also make a killer roast kid (talkin' about baby goats here, ok) and tell wonderful stories. The señora wants to relive the days of cattle herding that she used to do, in lieu of brothers, and take her whole family on a cabalgata with her. Now that is a woman after my own heart.
El Dátil es un rancho amable y bello con una casa de piedra muy fresca, una gran cocina cálida y un jardín de verduras florecientes. Las damas de la casa hacen un rostizado de cabrita excelente y cuentan maravillosas historias. La señora quiere revivir los días pasados cuando arriaba al ganado, ocupando el lugar de hermanos inexistentes, y planea llevarse a todo la familia a una cabalgata. Esa es una señora que admiro.
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